Es de conocimiento de todos nosotros que la situación por la cual atravesamos no se va a modificar natural ni espontáneamente, tiene que haber una intención (objetivos claros), una planificación (organización) y una acción. Las cosas no están así porque sí. Entre tantas causas, están como están porque convencieron a muchos de que nada se puede cambiar, porque las intenciones de muchas personas son arrasadas por las intenciones algunas otras. Pero quienes estemos convencidos de que la situación va más allá de que nos entreguen sillas y bancos, debemos accionar.
La protesta que hagamos debe estar orientada a la transformación de las estructuras que generan y sostienen esta pésima situación por la cual atravesamos, y que sabemos muy bien que no comenzó a gestarse este año, y que año tras año se torna más vergonzosa,ya que años anteriores los cursos no habían sido desdoblados.
Esperar que otros den una solución no es una vía aceptable. Hoy no se trata de encontrar “gente que sabe”, sino de gente que se comprometa y se organice en pos de una transformación.
La simple influencia, donde muchos siguen a unos pocos, tampoco es la solución, por lo tanto compañeros construyamos una organización participativa.
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